LA EXCELENCIA NO ES UN ACTO, SINO UN HÁBITO
Somos lo que, repetidamente, hacemos. En este último tiempo, estoy estudiando y aprendiendo mucho sobre procesos. Y me empeño en revisar esos procesos aplicados a mi vida, en sus diferentes facetas. Es un ejercicio apasionante, lo recomiendo!
Gracias a esa revisión, llegué a esta conclusión: somos hijos de los hábitos, de los buenos y de los otros.
Por eso, cuando prepares tu plan de negocios, revisa siempre tus acciones. Con el tiempo se transformarán en hábitos y luego en rutinas. Sanas, revisionadas, evolucionadas. Así aprendí a leer a los 5 años, mi hermana mayor me leía para crearme el hábito de la lectura. Y no se equivocó: hoy no leo menos de 4 libros al mes. Agrego que soy madre presente de 2 hijos a los que también intento inculcar el hábito de la lectura.
Aunque, confieso, a veces Fornite me gana la pulseada! Salud y bienvenidos los hábitos que nos permitan ser-en esencia- mejores personas y mejores profesionales.